Título Original: The national anthem
Temporada: 1 Capítulo: 1
DIRECTOR:
Otto Bathurst
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REPARTO:
Rory Kinnear y Lindsay Duncan, con Donald Sumpter, Tom Goodman-Hill, Anna Wilson-Jones y Lydia Wilson
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SINOPSIS:
El Primer Ministro, Mike Callow, recibe una llamada telefónica urgente, en la que le comunican que la princesa Susannah (Lydia Wilson), uno de los miembros más queridos de la Familia Real, ha sido secuestrada. La noticia se da a conocer a través de un vídeo que el secuestrador cuelga en Youtube y se difunde rápidamente a través de las redes sociales conmocionando a la opinión pública. En la grabación, la princesa ruega por su liberación pero, para salvarla, el primer ministro se enfrentará a un grave dilema: decidir si cumple las exigencias del secuestrador aunque su integridad quede dañada ante todo el país o negarse al chantaje.
Ver episodio completo aquí.
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ANÁLISIS:
Para ser el primer capítulo de la serie, la temática fue bastante desafiante, haciendo clara referencia al escándalo sexual del primer ministro David Cameron. Las exigencias de los secuestradores no son para nada monetarias: se le pide al primer ministro que tenga sexo con un cerdo en televisión nacional, a cambio de liberar a la princesa.
Durante el progreso del capítulo es claro que a la prensa y al público en general no le importa tanto el destino de la princesa, el foco de atención está en si el primer ministro cumplirá o no las demandas de los secuestradores.
El ritmo en que el episodio avanza es muy acelerado, haciendo referencia a cómo las noticias (especialmente escándalos de esta naturaleza) se difunden rápidamente a través de los medios masivos de comunicación.
Siendo una figura pública, el gobierno hace de todo para protegerlo (incluso contratan a un actor porno para que se haga pasar por él). Cuando se agotan todas las salidas posibles, el abatido ministro no ve otra opción más que cumplir con el trato.
Cuando llegamos a este punto del episodio, se muestra una imagen de Londres aparentemente desierto; sin tráfico ni gente en las calles, ya que todo habitante se encuentra frente a un televisor en ese preciso momento. Frente a un hecho que representó una tortura para el primer ministro, la gente se reunió a verlo con sus amigos y colegas, ya sea por morbo, curiosidad, entretenimiento, etc.
Justo cuando el video del ministro con el cerdo está siendo transmitido, se ve a una muchacha caminando por un puente vacío en la ciudad, al parecer algo desorientada. Cae desmayada en medio de la calle, y resulta ser (oh sorpresa) la princesa secuestrada.
Pero ahí no acaba la cosa. Más tarde nos enteramos de que la princesa fue liberada media hora antes (MEDIA HORA ANTES) de que el primer ministro violara al cerdo, pero nadie se dio cuenta porque todos veían dicha violación por televisión. Después nos enteramos en una escena cómo el secuestrador se quitó la vida colgándose en el lugar donde antes tenía cautiva a la princesa.
Claramente el motivo del secuestrador era probar un punto, y vaya que lo logró. Creo que ese punto era que es demasiado fácil distraer la atención de las personas con cosas sensacionalistas, ya que las gente se siente atraída por ese tipo de historias. Además, muestra el intento del gobierno por censurar las noticias, y la desesperación en que caen al ver que resultó ser inevitable.
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